¿Qué es el síndrome postvacacional?
Se denomina síndrome postvacacional a las manifestaciones tanto físicas como psicológicas que se producen en el proceso de adaptación a la rutina del trabajo tras un periodo de vacaciones, cuando esta rutina se percibe de forma negativa.
No puede categorizarse como una enfermedad, sino como un trastorno adaptativo transitorio, aunque esto no minimiza el impacto que puede producirnos a nuestra vuelta “a la realidad”
No se produce siempre, ni a todas las personas les afecta por igual, ni en los síntomas ni en su intensidad. Lo que sí es habitual es la doble manifestación de síntomas tanto físicos como psicológicos.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas más habituales son:
Síntomas físicos:
- Cansancio
- Dolor de cabeza
- Insomnio
- Malestar general
- Variaciones en el apetito
Síntomas psicológicos
- Apatía
- Ansiedad
- Desmotivación
- Tristeza
- Irritabilidad
- Baja concentración
- Preocupación excesiva
¿Qué factores aumentan la probabilidad de padecerlo?
La probabilidad de que aparezca este síndrome está asociada con diversos factores:
- Percepción negativa del entorno
Las tareas poco motivadoras, la sobre carga de trabajo, obligaciones no satisfactorias, relaciones tóxicas (personales y profesionales), rigidez de horarios, responsables nefastos….estos factores potencian la aparición de este síndrome y la intensidad de los síntomas.
- Duración del periodo vacacional
Cuanto más largo sea este periodo más difícil es la adaptación a nuestro regreso, dado que hemos tenido tiempo de generar nuevos hábitos (recuerda los famosos 21 días para generar un nuevo hábito) y tendremos mayores dificultades para retomar nuestras rutinas y tareas en el punto en que las dejamos.
En el otro lado de la balanza, los largos periodos vacacionales nos ayudan a detenernos (¡al fin!) para observar con perspectiva y reflexionar sobre cómo estamos viviendo el resto del año.
Sin casi darnos cuenta chequeamos si lo que estamos haciendo en nuestro día a día está alineado con nuestras metas y valores o se está alejando de ellos. Esto, a veces, provoca tomas de decisiones importantes a la vuelta del periodo vacacional.
- Predisposición y capacidad adaptativa de la persona
Cada persona es diferente a la hora de enfrentarse a la vuelta de las vacaciones. Desde la persona que sufre todos los síntomas del síndrome postvacacional durante un largo período de tiempo hasta la que se alegra de volver a la rutina diaria y retomar sus actividades (sí, estas personas también existen 😊)
¿Existe alguna manera de lidiar con el síndrome post vacacional?
La buena noticia es que tenemos capacidad de acción para minimizar el impacto negativo del síndrome postvacacional.
Todo empieza antes de irnos de vacaciones. Lo ideal es planificar el aterrizaje para que sea suave, promoviendo una adaptación progresiva, ajustando las expectativas de productividad de los primeros días, evitando en la medida de lo posible una alta carga de trabajo y estrés excesivo nada más regresar.
A veces esto no es posible y nos encontramos con varios “fuegos” y urgencias a la vuelta, esperándonos. En estos casos necesitaremos desplegar al máximo nuestra inteligencia emocional que, como nos explicaba Daniel Goleman tiene que ver con la auto motivación, la auto regulación emocional, el auto conocimiento y las habilidades sociales, para gestionar de la mejor manera posible estas situaciones
Por otro lado, teniendo en cuenta el medio y largo plazo, suele ser de gran ayuda buscar proyectos motivadores, tanto a título profesional como personal. Esto nos ayudará a generar energía y a gestionar el estado de ánimo.
Y tú ¿tienes síndrome post-vacacional? ¿Cómo lo gestionas?
Galaris Desarrollo